martes, 29 de diciembre de 2009

ELEGIR UN BUEN REGULADOR

EL REGULADOR


Para poder respirar bajo el agua de forma natural, como si estuviéramos fuera de ella, necesitamos ante todo disponer de una cantidad de aire que nos viene dado por la botella. Tenemos que poder utilizar este aire sin tener que afanarnos en abrir y cerrar grifos o válvulas cada vez que respiramos. Además, a causa de la presión que durante la inmersión presiona nuestra caja torácica, necesitamos respirar el aire a una determinada presión según la profundidad a la que nos encontremos. Para resolver estos problemas se confía en un sistema de válvulas que, construidas con moderna tecnología, extrema precisión y materiales de calidad, constituyen el regulador.






ESTRUCTURA DEL REGULADOR




El regulador es básicamente un reductor de presión que permite respirar a presión ambiente el aire contenido en la botella regulándolo sólo bajo demanda, es decir, cuando respiramos.


Está formado por tres partes bien distintas:


Una primera etapa construida de manera robusta y siempre en aleación de cobre cromado, que tiene la función de reducir la alta presión contenida en la botella a unos valores predeterminados por el constructor, llamada presión intermedia, (en general de 5,5 a 10,5 atm.) más el valor de la presión ambiente. Esta primera etapa está directamente conectada a la grifería mediante el ataque DIN o INT. Devuelve varias salidas divididas en baja presión (BP), a las que va unida la segunda etapa, y las de alta presión (AP), a las que va unido el manómetro.


Una segunda etapa, generalmente construida en aleación de cobre o bien en material plástico, que tiene la función de reducir, a presión ambiente, la presión del aire que sale de la primera etapa para permitir una confortable respiración. Se coloca en la boca, sujeto entre los dientes, mediante una boquilla de goma o silicona. En la parte frontal de la segunda etapa hay un gran pulsador, llamado pulsador de regulación manual o de purga que, al apretarlo, hace salir el aire que haya en la segunda etapa; sirve para expulsar el agua del regulador cuando no se tiene aire para hacerlo con la espiración.



Un tubo flexible de unión, llamado también latiguillo, entre la primera y la segunda etapa, que completa el equipo. Este tubo está fabricado en diversos materiales, entre los que está el Kevlar, que permite una buena resistencia a la presión (cerca de 30 atm.) y gran flexibilidad. Una longitud adecuada del latiguillo (de 80 a 120 cm) permite todos los movimientos de la cabeza, sin crear molestias al buceador.



Aquí no vamos a tratar la composición interna del regulador, pero es importante conocer la diferencia que hay entre un regulador compensado, bien de pistón o de membrana, y uno no regulado, normalmente de pistón. En la práctica en un regulador con una primera etapa compensada el esfuerzo al inspirar no se modifica con las variaciones de presión en el interior de la botella, mientras en uno no compensado existe un aumento del esfuerzo al disminuir la presión de la botella.



Veamos ahora como funciona una segunda etapa:




En el momento en el que se inicia la inspiración se crea un desequilibrio de la presión sobre las paredes de la membrana que está situada en la caja de la segunda etapa; de hecho en la cara interior de la membrana tendremos una presión menor de la que se ejerce en la cara externa, que está en contacto con el agua. Esto obligará a la membrana a doblarse hacia el interior, empujando hacia abajo una palanca que, al bajar, permitirá la apertura de la válvula de la segunda etapa. El flujo de aire que saldrá irá hacia la boca del buceador hasta que cesa la inspiración. En este punto aumentará la presión en el interior de la caja de la segunda etapa, llegando la membrana a doblarse en sentido opuesto. La palanca podrá levantarse, cerrando la válvula de la segunda etapa e interrumpiendo el suministro. En los reguladores modernos, los más usados hoy día por los buceadores, el flujo de aire producido en la segunda etapa va dirigido hacia la boca del buceador a través de la caja, de forma que el aire a gran velocidad crea una zona de baja presión (efecto Venturi) junto a la membrana. Esta situación hace que la membrana quede bajada hasta el término de la inspiración, disminuyendo el esfuerzo de respirar, sobre todo a alta capacidad (estado de estrés, etc.)




Como conclusión se puede decir que un buen regulador debe tener las siguientes características:



  • Esfuerzo respiratorio lo más bajo posible




  • Construcción sencilla




  • Materiales de construcción de alta calidad




  • Fiabilidad, robustez, posibilidad de piezas de recambio




  • Segunda etapa con volumen y peso reducido (una segunda etapa voluminosa y demasiado pesada puede dañar los músculos de la boca en caso de uso prolongado)






LA FUENTE DE AIRE ALTERNATIVA (OCTOPUS)





El regulador es uno de los componentes fundamentales de nuestro equipo ya que nos permite respirar bajo el agua. Por ello es lógico deducir que, si el regulador se avería, no podremos respirar, con todas las consecuencias imaginables, poniendo en peligro incluso nuestra vida. Para evitar tales situaciones que, a decir verdad, son remotas pero siempre desagradables, es conveniente llevar una fuente de aire alternativa, es decir, un sistema de respiración distinto al primer regulador que nos permita respirar en caso de problemas con aquel. Existen varios modelos de fuentes alternativas, entre los cuales está el llamado octopus (una primera etapa y dos segundas etapas), un segundo regulador distinto y separado montando sobre la grifería biataque de la botella, los botellines (biberones) autónomos provistos de regulador. Existen también sistemas integrados de regulador unidos al chaleco (Air II). Además de un uso personal, el octopus sirve para asistir a un compañero de buceo que tenga problemas con su regulador y carezca de fuente de aire alternativa, o para ayudar a algún descuidado que se ha quedado totalmente sin aire. No te asustes pensando que el bloqueo del regulador es frecuente (de todas formas las primeras etapas se bloquean al abrirse y no al cerrarse, recuérdalo), o que la botella se vacíe de repente, como cuando se cierra un grifo de agua; no es así en absoluto. La correcta programación de la inmersión y los equipamientos modernos hacen que ciertos imprevistos sean remostos, pero es mejor estar preparados para resolver una emergencia a que ésta nos pille desprevenidos. La elección entre los distintos tipos de fuente de aire alternativa está ligada a varios factores, tales como el tipo de botella y grifería disponible (mono o biataque), el tipo de inmersión a efectuar ( profunda, grutas, pecios, cursos, etc). El octopus, actualment según la ley española, es obligatorio y permite una cómoda respiración en pareja.


Es importante, cuando se decida montar un octopus, utilizar segundas etapas compatibles, es decir, que tengan la misma presión intermedia, pues de lo contrario darán lugar a una regulación continua o la respiración será difícil.



Resumiendo, independientemente del tipo de fuente alternativa utilizada, recuerda que un equipo pensado para ser usado en caso de emergencia debe ser fiable, estar siempre preparado para su uso y debe ser fácilmente reconocible.




LIMPIEZA, CUIDADO Y MANTENIMIENTO


El regulador, como el resto de nuestro equipo de buceo, necesita cuidados y mantenimiento. La operación más importante, si no la fundamental, es la de un cuidadoso lavado en agua dulce para eliminar cualquier rastro de sal o cuerpos extraños. Para realizar esta operación de la mejor manera posible es aconsejable sumergir el regulador, durante un buen rato, en un recipiente con agua dulce y tibia. Luego se saca del recipiente y se deja escurrir y secar. Por último colocarlo en lugar fresco y seco dejando que los latiguillos cuelguen evitando curvas que podrían dañarlos.




FUENTES:
- http://opiniones.ebay.es/BUCEO-Equipo-pesado-01-Como-elegir-tu-regulador_W0QQugidZ10000000000742686
- http://img.nauticexpo.es


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